El cambio climático es un problema global y, por tanto, debemos afrontarlo desde todos los frentes posibles: a nivel particular, local y, por supuesto, internacional. Solo si ponemos todos los medios disponibles y actuamos con rapidez y decisión seremos capaces de frenar los devastadores efectos del calentamiento global. Veamos qué medidas se están tomando en los Gobiernos de los diferentes países y, también, qué puedes hacer tú para frenar el problema, ¿ok? |
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3.1. ¿Cómo se planta cara al cambio climático desde los Gobiernos? | |
Los Gobiernos empezaron a tomar conciencia de que el cambio climático era un problema real hace ya tiempo: las primeras medidas empezaron a plantearse en los años 80, cuando empezó a ser evidente que algo estaba cambiando en nuestro planeta. En 1992 se creó el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, un acuerdo internacional que, a día de hoy, está aceptado por prácticamente todos los países del mundo, y cuyo objetivo es que los Gobiernos controlen el vertido de gases de efecto invernadero a la atmósfera y que se tomen las medidas adecuadas para realizar un seguimiento efectivo del problema. | |
![]() Luchar contra el cambio climático es responsabilidad de todos. |
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En la misma línea, en 1997 se aprobó el Protocolo de Kyoto, aunque no entró en vigor hasta 2005: el objetivo de este protocolo era que los países disminuyeran sus emisiones de gases entre un 5 y un 8% en relación con las emisiones que vertieron en 1990. Se trató de un pequeño primer paso, pero sin duda fue crucial para iniciar el camino del cambio en los países industrializados. La Unión Europea también está haciendo
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3.2. ¿Qué puedes hacer tú por ayudar al planeta? | 3.2.1 En tu hogar |
Si queremos poner freno al cambio climático, es necesario que todas las personas tomemos partido en la batalla. Y hay muchas más cosas que puedes hacer para colaborar de las que imaginas: en el trabajo, en casa, en la calle…
Entre todos, podemos conseguir una mejor gestión de los residuos que ayude a poner freno al cambio climático.
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El cambio climático es un problema de una magnitud enorme, pero aquí viene la buena noticia: si todos ponemos un poquito de nuestra parte, estamos a tiempo de solucionarlo. ¡Hay más de 7,000 millones de personas en el mundo! Si sumamos los pequeños gestos que todos podemos llevar a cabo, ¿no estás de acuerdo en que se notará la diferencia? En primer lugar, haz que tu hogar sea más sostenible: reducir el impacto que tu casa tiene sobre el medio es una forma excelente de empezar a plantarle cara al cambio climático. Para conseguirlo, tienes muchas medidas a tu alcance. Para empezar, aísla tu casa correctamente. Desde las ventanas hasta el suelo o el techo, un buen aislamiento es crucial para que no se pierda temperatura. De esta manera, con- seguirás ahorrar en el consumo de calefacción en invierno y de aire acondicionado en verano. Otro punto importantísimo es sustituir todas las bombillas de tu casa por luces LED. Este tipo de bombillas no contienen mercurio ni tungsteno y, además, no producen calor: esto significa que toda la energía que gastan se invierte en crear luz, a diferencia de las bombillas incandescentes, que sí que generan calor. Las emisiones de CO2 de las luces LED se reducen en un 80%, y también reducen mucho el consumo así que lo notarás también en la factura. En relación con la iluminación, cuando vayas a pintar tu vivienda apuesta por los colores claros, porque reflejan mejor la luz y podrás aprovechar más la luz natural. Y, además, procura decantarte por pintura natural, compuesta por arcilla, cal y pigmentos naturales: no es tóxica y ofrece los mismos resultados que la pintura convencional. Otro aspecto que puedes cuidar a partir de ahora en tu hogar está relacionado con los electrodomésticos: cada vez que tengas que cambiar alguno, elige el que tenga la mejor certificación energética. Es ver- dad que son más caros, pero consumen menos y duran más, así que no tardarás en recuperar esa inversión extra. En la misma medida, ojo con dejarlos enchufados sin necesidad: tanto los electrodomésticos como los aparatos eléctricos que no están en funcionamiento siguen consumiendo de forma pasiva. Esto significa que, aunque no los estés utilizando, están gastando electricidad y, por tanto, te están costando dinero, al igual que sucede con el modo standby del televisor, del DVD o de la radio, por ejemplo. Evitar estos modos y desenchufar siempre aquello que no utilicemos es una forma excelente de reducir el consumo de recursos del hogar. |
3.2.2. Cuando cocinas | |
Todos estos consejos para ahorrar recursos están enfocados al consumo energético, ¿pero sabías que tu alimentación también incide en el cambio climático? Por ejemplo, cada vez que cocinas medio kilo de carne de vacuno estás consumiendo más de 6.000 litros de agua que se han utilizado para alimentar al ganado. ¡Esto es el agua que una sola persona tardaría más de 8 años en beberse, si se tomara cada día 2 litros! Alrededor de un 8% de toda el agua que se utiliza en el mundo se destina a producir alimentos con los que nutrir a las reses. Y no solo eso: el ganado es responsable directo de emitir casi un 19% de todos los gases de efecto invernadero que se vierten a la atmósfera. El sistema digestivo y el estiércol de estos animales pro- duce metano y óxido nitroso, dos gases mucho más letales para el planeta que el dióxido de carbono. Cada año se producen más de 40 kg de carne por persona: ¿sabes cuántas cabezas de ganado se necesitan para mantener ese nivel de producción? Y, peor aún: ¿cuánta agua se gasta en alimentarla? Si medio kilo requiere 6.000 litros de agua, esto significa que 40 kg de carne consumen 480.000 litros anuales por persona. ¡Y hay más de 6.000 millones de personas en el mundo! Si durante un único día a la semana las familias hicieran una comida sin carne, ¿te imaginas cuánta agua se ahorraría en todo el mundo? Apostar por una dieta con más consumo de vegetales es una forma excelente de ayudar al planeta, porque disminuimos el gasto de agua: La compra de proximidad tiene otras ventajas importantísimas, como las que establece la Generalidad de Cataluña: permite que las especies agroalimentarias autóctonas no desaparezcan por culpa de otras foráneas, y nos ayuda a ser social y económicamente responsables, porque al comprar estos productos estaremos contribuyendo a que las pequeñas explotaciones familiares puedan mantenerse frente a las grandes corporativas agrícolas y ganaderas. Y, por si todo esto fuera poco, también estaremos ayudando al desarrollo y al crecimiento de nuestro país. Además, apostar por una dieta más vegetariana también es una manera perfecta de promover hábitos saludables en tu hogar: comer |
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3.2.3. Al desplazarte | |
Fuera del hogar también puedes participar en la lucha contra el cambio climático: cada vez que eliges el transporte público en vez de tu coche estás reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero, igual que lo haces si vas caminando o en bici. Y si no puedes evitar coger el coche porque tienes que hacer desplazamientos muy largos o no tienes transporte público cerca de tu trabajo, por ejemplo, procura invertir en un coche híbrido o que funcione con biocarburantes. |
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Con muy poco esfuerzo puedes hacer mucho por el planeta |
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Además, si no tienes previsto cambiar de coche en los próximos años, procura compartir desplazamientos: con los compañeros de trabajo, llevando a los más peques de la casa al colegio junto con sus amigos y amigas para movilizar menos coches… Utilizar todas las plazas del vehículo siempre que sea posible es una manera excelente de reducir la cantidad de coches que se mueven por la ciudad, y también de disminuir muchísimo los gases que se vierten a la atmósfera. Y también tienes otras alternativas al vehículo propio: desde el alquiler Como ves, tienes muchísimas opciones al alcance de la mano para poner freno al cambio climático. Si todos adoptamos hábitos más respetuosos con el medio ambiente, podremos marcar una gran diferencia y contribuir a reducir los nocivos efectos que nuestra actitud está teniendo sobre el planeta. |
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¡Entre todos, lo lograremos! |